Al Pueblo de Cuba (2006) [1]
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Queridos compatriotas:
En días recientes se publicaron algunas imágenes fílmicas y varias fotos que sé agradaron mucho a nuestro pueblo.
Algunos opinaron, con razón, que se me veía un poco delgado, como único elemento desfavorable. Me alegro mucho de que lo hayan percibido. Esto me permite enviarles varias fotos más recientes y, a la vez, informarles que en unos pocos días perdí 41 libras. Añado que hace muy poco me retiraron el último punto quirúrgico, después de 34 días de convalecencia.
Ni un solo día, incluso los más difíciles desde el 26 de julio, dejé de hacer un esfuerzo por subsanar las consecuencias políticas adversas de tan inesperado problema de salud. El resultado es que, para mi tranquilidad, avancé en varias cuestiones importantes. Puedo comunicarles que el libro Cien Horas con Fidel, de Ramonet, en el que revisaba en detalle cada respuesta mía los días en que me enfermé, está prácticamente concluido y pronto será publicado, como les prometí. No por ello he dejado de cumplir estrictamente mis deberes como paciente disciplinado.
Puede afirmarse que el momento más crítico quedó atrás. Hoy me recupero a ritmo satisfactorio. En los próximos días estaré recibiendo a visitantes distinguidos; eso no significa que cada actividad vaya a estar en lo inmediato acompañada de imágenes fílmicas o fotográficas, aunque siempre se ofrecerán noticias de cada una de ellas.
Todos debemos comprender que no es conveniente ofrecer sistemáticamente información, ni brindar imágenes sobre mi proceso de salud. Todos debemos comprender igualmente, con realismo, que el tiempo de una completa recuperación, quiérase o no, será prolongado.
En este momento no tengo apuro alguno, y nadie debe apurarse. El país marcha bien y avanza.
Hoy se inauguró el Curso Escolar con más estudiantes y perspectivas que en cualquier otro momento para nuestro país. ¡Qué maravilloso acontecimiento!
Me falta sólo un detalle: pedirle a cada compatriota honesto, que sumados constituyen la inmensa mayoría del pueblo, no culpar a nadie por la discreción que, en aras de la seguridad de nuestra Patria y de nuestra Revolución, les he solicitado a todos.
¡Infinitas gracias!