SU SENCILLEZ
En mi primera visita tuve una conversación con Fidel de cuatro horas en su automóvil, a través de las calles de La Habana y visitando algunos lugares. Me sorprendió mucho, al conocerlo personalmente, la suavidad de su voz. Cuando uno lo ha oído solo en la Plaza, no se imagina que tenga esa voz tan suave. También su sencillez, su inteligencia, y el gran interés que tenía por una enorme cantidad de cosas. Pero lo que más me impresionó fue su genio. Suele haber genio para una sola cosa, pero Fidel es genio en muchas. Hombres como él surgen pocas veces en la vida.
Tomado de:
"A dos manos", Ediciones Unión
01/01/1982