Lettres et messages

Mensaje de Chávez a Fidel (2006)

Miraflores,

Comandante Fidel Castro Ruz
Presidente de la República de Cuba

Querido Fidel:

Con el más grande fervor revolucionario, quiero unirme al unánime sentimiento de celebración que recorre a toda Nuestra América por los cincuenta años de la llegada del Granma a las costas de Cuba. En nombre de mi pueblo, recibe el más fraterno y emocionado de los homenajes.

Con legítimo orgullo, el pueblo cubano se celebra y se canta a sí mismo en la gesta revolucionaria que se inició el 2 de diciembre de 1956 y nosotros lo hacemos con él porque la grandeza de la Revolución cubana nos pertenece a todos.

Cuánta historia se concentra en la sola mención de este nombre: Granma. Decir Granma es decir patriotismo; decir Granma es decir dignidad; decir Granma es decir coraje; decir Granma es decir sacrificio; decir Granma es decir lucidez; decir Granma es decir audacia histórica. Cuando nombramos al Granma estamos nombrando a Martí y a Bolívar. Cuando nombramos al Granma estamos nombrando las razones para las batallas del presente y del porvenir. Cuando nombramos al Granma te estamos nombrando Fidel: estamos nombrando al padre de todos los revolucionarios de Nuestra América contemporánea.

Y decir Granma, sí es nombrar la fulgente estrella que guiaría su trayectoria: el mismo rumbo y norte de todo un Pueblo que leería en aquel desembarco letras de luz en las que avizoraba su pronta liberación. ¡Qué afuera tenemos el amor en el corazón, los ojos en la costa, la mano en la América, y el alma al cinto! ¿Pues quién no lee en el aire todo eso con letras de luz? Y con letras de luz se ha de leer que no buscamos, en este nuevo sacrificio, meras formas, ni la perpetuación del alma colonial en nuestra vida, con novedades de uniforme yanqui, sino la esencia y realidad de un país republicano nuestro, sin miedo canijo de unos a la expresión saludable de todas las ideas y el empleo honrado de todas las energías, —ni de parte de otros aquel robo al hombre que consiste en pretender imperar en nombre de la libertad por violencias en que se prescinde del derecho de los demás a las garantías y los métodos de ella, dijo el 26 de noviembre de 1891, en Tampa, ese Padre infinito que es Martí, la estrella guía, el autor intelectual de toda aquella travesía.

Y pongamos, alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: ¡Con todos, para el bien de todos!, exclamaría el Apóstol de la Libertad, aquel mismo día en Tampa. Sí, Fidel, ¡con todos, para el bien de todos!, fue la fórmula triunfante: la estrella que ya había comenzado a iluminar en Las Playitas el 11 de abril de 1895. Y es la misma fórmula triunfante de la Revolución Bolivariana y de toda la Patria Grande que despierta y se sacude para siempre.

Decía el Libertador Simón Bolívar que la justicia justifica la audacia de haberla emprendido. Así es y así será: el cincuentenario del desembarco del Granma lo demuestra. Es la justicia la que llena de contenido a la audacia y la justifica.

No puedo dejar de evocar el hermoso poema La Gesta de Pablo Neruda. Y no puedo dejar de evocarlo porque capta inigualablemente el trascendente significado de aquel memorable 2 de diciembre de 1956. La voz de Neruda sigue hablando por todos nosotros:

Si el hondo mar callaba sus dolores
las esperanzas levantó la tierra:
estas desembarcaron en la costa
eran brazos y puños de pelea:
Fidel Castro con 15 de los suyos
y con la libertad bajó a la arena.
La isla estaba oscura como de luto,
pero izaron la luz como la bandera,
no tenían más armas que la aurora
y esta dormía aún bajo la tierra:
entonces comenzaron en silencio
la lucha y el camino hacia la estrella.
Fatigados y ardientes caminaban
por honor y deber hacia la guerra
no tenían más armas que su sangre:
iban desnudos como si nacieran.
Y así nació la libertad de Cuba.


Así nació, sí, y así creció y así se echó a andar para convertirse en luz que ilumina los caminos de la liberación de nuestros Pueblos.

Soy de los que cree, con absoluta certeza, que el Granma sigue navegando todavía dejando la estela de la emancipación. El Granma mantiene firmemente el rumbo y nuestros Pueblos van en él. Vamos contigo Fidel como vamos con el Che, Camilo, Raúl, Almeida y tantos otros: ya estamos divisando tierra porque el Alba que esperamos, desde siempre, es para hoy.

El 3 de diciembre el Pueblo venezolano va a conmemorar y celebrar este cincuentenario, sí, con una gran victoria popular: una victoria de una calidad y una profundidad que va a asombrar al mundo. Desde ya, Fidel, te dedicamos este triunfo y se lo dedicamos, de todo corazón, al hermano Pueblo cubano.

Padre, hermano, amigo, compañero, camarada: ¡Hasta la Victoria Siempre! Te necesitamos muchos años más entre nosotros con la disposición que te conocemos: la disposición del que, cada día, está desembarcando del Granma. Necesitamos que sigas dando la hermosa lección de entereza y de fidelidad al socialismo que ha sido y es tu vida: dando ejemplo de coraje, de audacia histórica y de lucidez revolucionaria. Nuestra América y el mundo te necesitan para seguir impulsando, como siempre, las nuevas oleadas y los nuevos combates de nuestros Pueblos.

¡¡¡Hasta la Victoria Siempre!!!

01/12/2006