La Revolución cubana: una Revolución verdadera
¿Queremos una Revolución verdadera? Cuidemos la Revolución cubana, en ella se ha alcanzado la verdadera dignidad. Si de sus hijos se requiere hoy más entrega pues entreguémonos a esta noble causa.
La teoría y la praxis revolucionaria de Fidel nos dejó la guía para la acción sintetizada, felizmente, en el concepto de Revolución respaldado por la inmensa mayoría de los cubanos. Y esa potencialidad late hoy en la comprensión de que vivimos un proceso revolucionario único e inseparable de nuestra historia, con una nueva dirección al frente de Cuba pero con los mismos objetivos por los que han luchado generaciones de cubanos.
Necesitamos continuar el trabajo para conseguir la creación de un hombre y una mujer nuevos, planteada en la tesis de Ernesto Che Guevara, o como decía Hugo Chávez luchar contra los demonios que sembró el capitalismo y que nos pretenden imponer: individualismo, egoísmo, odio, privilegios.
El socialismo debe defender la ética porque la justicia social es un componente esencial de su proyecto y, tiene que cuidarse del burocratismo tanto como del imperialismo, como nos alertaba el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz.
Fidel también enfatizó: “El socialismo es la ciencia de llevar al pueblo al desarrollo del país, llevar a las masas a su participación directa en el desarrollo de la patria, ganar las masas para esa gran causa; el socialismo es la ciencia de crear, preservar y desarrollar el más amplio vínculo, el más profundo vínculo del Partido con las masas; el socialismo es la ciencia de dirigir con métodos correctos; el socialismo es la ciencia del ejemplo”.
Al referirse al ejemplo señalaba Fidel: “el ejemplo crea virtudes, crea espíritu revolucionario, el ejemplo vale siempre más que un hombre”.
El ejemplo es lo que ha dejado Fidel sembrado en el corazón de los hombres, él muere biológicamente pero quedan sus ideas, el ejemplo de lo que hizo, que fue mucho, permanecerá por siempre.