Письма и послания

De Fidel Castro a Nikita Jruschov (28 de octubre de 1962)

La Habana
28 de Octubre de 1962

Sr. Nikita Jruschov
Primer Ministro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas U.R.S.S.

Querido compañero Jruschov:

Acabo de recibir su carta.

La posición de nuestro Gobierno en relación a lo que usted nos comunica está contenida en la declaración formulada en el día de hoy cuyo texto seguramente usted conoce.

Deseo aclararle algo referente a las medidas anti-aéreas que nosotros adoptamos. Usted dice: "Ayer ustedes derribaron uno de ellos mientras que antes no los derribaban cuando sobrevolaban su territorio".

Antes se cometían violaciones aisladas sin un propósito militar determinado o sin un peligro real derivado de esos vuelos.

Ahora no era ése el caso. Existía el peligro de un ataque sorpresivo sobre determinadas instalaciones militares. Decidimos que no debíamos cruzarnos de brazos porque un ataque por sorpresa, apagados los radares de detección, y los aviones potencialmente agresores volando impunemente sobre los objetivos, podía destruirlos totalmente. No creíamos que debíamos permitir eso después de los esfuerzos y gastos realizados, y además porque nos debilitaría mucho militar y moralmente. Con ese motivo las fuerzas cubanas el día 24 de Octubre movilizaron 50 baterías anti-aéreas, que era toda nuestra reserva, para apoyar esas posiciones de las fuerzas soviéticas. SI queríamos evitar los riesgos del ataque por sorpresa era necesario que los artilleros tuviesen órdenes de disparar. El mando de las fuerzas soviéticas le podrá brindar informes adicionales de lo que ocurrió con el avión derribado.

Antes, las violaciones del espacio aéreo se hacían de facto y de modo furtivo. En el día de ayer el Gobierno Americano trató de oficializar el privilegio de violar nuestro espacio aéreo a cualquier hora del día y de la noche. Eso no lo podemos aceptar nosotros, porque equivale a renunciar una prerrogativa soberana. Sin embargo, nosotros estamos de acuerdo, en evitar un incidente en estos precisos instantes que pudiera ocasionar un gran daño a las negociaciones y daremos instrucciones a las baterías cubanas de no disparar, pero sólo mientras duren las negociaciones y sin revocar la declaración publicada ayer sobre la decisión de defender nuestro espacio aéreo. Debe contarse, además, con el peligro de que en las condiciones actuales de tensión accidentalmente pueden ocurrir incidentes.

También deseo informarle que nosotros somos en principio contrarios a la inspección de nuestro territorio.

Aprecio extraordinariamente el esfuerzo que usted ha hecho por mantener la Paz; y estamos absolutamente de acuerdo con la necesidad de luchar por ese objetivo. Si ello se logra de manera justa, sólida y definitiva, será un inestimable servicio a la humanidad.

Fraternalmente,

Fidel Castro

28/10/1962